La Experiencia de Angélica Aceves con EVOM

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Renata Araujo

En el hermoso valle de Eagle, rodeado por las imponentes montañas de Colorado, Angélica Aceves ha encontrado un refugio en la naturaleza y en la comunidad de Eagle Valley Outdoor Movement (EVOM). A través de esta entrevista, Angélica comparte sus vivencias, los obstáculos que ha enfrentado y cómo EVOM ha cambiado su conexión con la naturaleza y las actividades al aire libre.

Angélica nació en la Ciudad de México y fue criada en Tijuana, donde se colgaba en los árboles y disfrutaba la naturaleza con sus amigos y familia. Ella llegó a Colorado hace 23 años, trayendo consigo una riqueza de experiencias y un amor por aprender. Aunque su carrera en contabilidad quedó atrás, su espíritu inquieto la ha llevado a explorar diferentes caminos, desde trabajar en banquetes y en un deli hasta emprender su propio negocio de limpieza de casas.

"Siempre me ha gustado aprender cosas", dice Angélica con entusiasmo. "Me metí a cursos de inglés, programas de la comunidad, hice un [curso] que se llama Family Leadership, y programas de CPR. Si hay algo de aprender, ahí me gusta ir".

La pandemia trajo consigo nuevos desafíos y oportunidades. Angélica, apasionada por las artesanías mexicanas, comenzó a vender bolsas mexicanas de plástico reciclado en los mercados locales. Además, en el 2020, descubrió EVOM, un grupo de organizaciones que le brindó una nueva perspectiva sobre el aire libre y la comunidad.

"La primera caminata en la montaña que hice fue con EVOM", recuerda Angélica con cariño. "Mary, Angélica y yo fuimos a [Brush Creek Open Space, en] Eagle . Después hicimos una [caminata con raquetas] de nieve en Tennessee Pass. [Luego] empezamos a ir más seguido y decíamos: ‘pues esto [es] divertido, diferente.’ Y nos empezó a gustar".

Desde entonces, Angélica, su hija Michelle, de 25 años, y sus amigas han participado en una variedad de actividades al aire libre, desde caminatas en la montaña hasta paseos en motos de nieve. Feliz, Angélica dice: “eso me ha gustado mucho porque empecé a tener una relación con mis amigas, como hacemos estas escapaditas de nosotras, de convivir y disfrutar esos momentos.” Lo que comenzó como una nueva aventura se convirtió rápidamente en una forma de vida, llena de risas, camaradería y momentos inolvidables. 

Acerca de los programas de EVOM, Angélica afirma: “personalmente, me la he pasado muy bien. Yo dejo mis problemas aquí, y cuando estoy allá me la paso bien. He caído, me he reido, he llorado, pero yo disfruto mucho, la verdad. Cuando puedo ir, digo: ‘voy a hacer esto y ver como me va.’”

Angélica reconoce las barreras que enfrentó al principio, desde aprender a usar equipos como raquetas de nieve y el esquí nórdico hasta superar el miedo al frío. Sin embargo, gracias al apoyo y la accesibilidad proporcionados por EVOM, ha descubierto un nuevo mundo de posibilidades y experiencias en la naturaleza.

Uno de sus eventos favoritos fue cuando acampó en Sylvan Lake. A pesar de nunca haber acampado antes, describió la experiencia como hermosa y tranquilizadora. Durmiendo en una pequeña tienda de campaña, disfrutó del despertar al amanecer y sentir la paz de estar al aire libre. Para ella, esta experiencia significó mucho más que simplemente pasar tiempo fuera; fue un momento de relajación y conexión consigo misma que nunca olvidará. A través de EVOM, ha encontrado un espacio donde puede ser ella misma, disfrutar de la compañía de amigos y explorar nuevas pasiones.

"Muchas gracias por todos estos años", dice Angélica con sinceridad. "Que gracias a ustedes de alguna forma mi vida ha cambiado de acuerdo a la forma de convivir afuera. La verdad que sí se los agradezco mucho que de alguna forma me tomen en cuenta para participar con ustedes".

La historia de Angélica es un testimonio inspirador del poder de la comunidad y la naturaleza. Con EVOM, Angélica ha encontrado un hogar en las montañas de Colorado y una familia de amigos que comparten su amor por la aventura y la exploración al aire libre.

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