La reintroducción de glotones en Colorado

Cuando escuchamos las palabras lobezno, glotón, o wolverine (como se conoce en inglés), lo primero que nos puede venir a la mente es un superhéroe con traje negro y amarillo con garras de metal retráctiles, pero el mamífero del cual les hablaremos hoy es una criatura desaliñada con una cara parecida a la de un oso. Según la Federación Nacional de Vida Silvestre, este pariente de la comadreja puede pesar entre 17 y 40 libras, aproximadamente el tamaño de un perro mediano. A principios de este año, el gobernador Jared Polis firmó el proyecto de ley del Senado 24-171, que aprueba la reintroducción de los glotones en Colorado. El Centro para la Diversidad Biológica informa que Colorado Parks and Wildlife reintroducirá 30 hembras y 15 machos en el estado dentro de un periodo de tres años. Pero ¿qué significa esto para la especie y qué significa para nosotros?

Según la organización de Wildlife Society, los glotones son nativos de Colorado. Solían habitar en bosques boreales, alpinos y tundras, pero fueron envenenados (junto con muchos otros depredadores) y cazados por su piel a principios del siglo XX. Siguen siendo víctimas de una mitología cruel debido a su naturaleza de ser carroñeros y cazadores, pero Riley Woodford, del Departamento de Pesca y Caza de Alaska, explica que no son especialmente agresivos. Los glotones contribuyen positivamente al ecosistema, ya que consumen los restos de animales muertos dejados por otros depredadores como los lobos o los osos. Según Travis Duncan de Colorado Parks and Wildlife, estos omnívoros tienen una dieta diversa que incluye de todo: de pequeños mamíferos y aves hasta plantas y carne podrida. Sin embargo, en ocasiones se sabe que se alimentan de mamíferos tan grandes como ciervos o alces, lo que puede haber contribuido a la mala reputación de esta humilde criatura. Establecer una nueva población en Colorado es crucial para la especie, ya que el Centro para la Diversidad Biológica señala que, en 48 estados de los Estados Unidos, hay menos de 325 glotones y esta población tan pequeña está disminuyendo aún más. Si Colorado puede dar un ejemplo positivo, quizás otros estados también sigan su ejemplo.

Con la mala reputación que tienen los glotones, a algunos les puede preocupar volver a compartir las montañas con estas criaturas. Sin embargo, como ocurre con otros animales salvajes, los glotones no están interesados ​​en los humanos y se mantienen reservados. En un artículo del Revelator, la autora Molly McCluskey, explica que la depredación del ganado es extremadamente baja, ya que los glotones rara vez atacan al ganado y que los propietarios de ganado serán compensados ​​si se produce alguna pérdida. Además, los hábitats de los glotones son tan remotos y de gran elevación que rara vez coinciden con residencias o lugares urbanos. Naturalmente, esto disminuirá los conflictos con las personas o el ganado.

A medida que la reintroducción del glotón pasa de legislación a ser implementada, debemos considerar cómo podemos ser buenos vecinos para que esta especie pueda prosperar más allá de su reintroducción inicial. El cambio climático tiene graves impactos directos e indirectos sobre los glotones. Defenders of Wildlife (defensores de la vida silvestre) explican que los glotones dependen de una cierta cantidad de nieve para hacer madrigueras para sus crías. Las nuevas generaciones de glotones están en riesgo ya que los inviernos son más cálidos y la capa de nieve se derrite más temprano en el año. El cambio climático también afecta a los animales de los que dependen estos depredadores para alimentarse, como la liebre, que también considera hogar a estos lugares frígidos. Poner de nuestra parte para vivir un estilo de vida respetuoso con el medio ambiente, y tomar en cuenta el clima y nuestros vecinos animales cuando votemos, puede ayudar a que esta sea una bienvenida exitosa para el glotón.

Haley es una naturalista de Walking Mountains que se identifica con los glotones cada vez que busca bocadillos a medianoche.