Vivir con arañas

Estamos terminando octubre en las Montañas Rocosas, lo que significa que casi es hora de sacar la ropa de invierno. Mientras rebuscas en tu garaje para cambiar tus sandalias de verano por botas de invierno, no te sorprendas si encuentras algún insecto escondido. Quizás sea una araña, o incluso una viuda negra. ¡Uf! Probablemente no quieras compartir tus zapatos con una araña venenosa.

Pero ¿qué es exactamente una araña venenosa y por qué le tenemos tanto miedo?

Hace mucho tiempo, las arañas desarrollaron veneno para cazar y defenderse. Esta adaptación les ha permitido prosperar en todos los continentes, excepto en la Antártida, desde su aparición hace unos 495 millones de años. El veneno puede ingerirse o absorberse, pero también es inyectable, generalmente mediante una mordedura o picadura, para inmovilizar a la presa o disuadir a los depredadores. En los humanos, el veneno inyectado puede causar dolor, parálisis, insuficiencia cardíaca y otros síntomas graves, lo que explica nuestro miedo. Pero recuerda que, para una araña diminuta, el veneno es su única defensa. Mientras que animales grandes como los pumas y los osos dependen de su tamaño, velocidad y fuerza, las arañas usan el veneno para sobrevivir en este planeta enorme y aterrador.

Volviendo a la viuda negra dentro de tu bota, es la única araña venenosa con la que debes tener cuidado en el condado de Eagle. Estas arañas son de color negro brillante, y las hembras tienen una marca roja brillante en forma de reloj de arena en la parte inferior. La picadura de una hembra se siente como un pinchazo y libera un veneno neurotóxico que puede causar fuertes dolores musculares, náuseas, dificultad para respirar y fiebre. Los machos de la viuda negra son demasiado pequeños para penetrar la piel humana, por lo que representan una amenaza mínima. Si sospechas de una picadura, busca atención médica de inmediato. Aunque rara vez son mortales, pueden presentarse complicaciones, especialmente en niños, adultos mayores y personas con un sistema inmunitario debilitado.

Las viudas negras son conocidas por sus cuerpos negros brillantes y sus marcas rojas en forma de reloj de arena que solo se encuentran en las hembras.

Una idea errónea común que la gente piensa es que en el condado de Eagle hay arañas reclusas pardas. Es prácticamente imposible que sobrevivan aquí debido al frío. ¡Qué suertudos somos! Los únicos casos de arañas reclusas pardas aquí se deben a que fueron transportadas accidentalmente desde otros estados. También se las suele confundir con las arañas lobo, que también tienen patas largas y color marrón. Pero no se preocupen, las arañas lobo no son peligrosas para los humanos.

De hecho, son útiles. Estas arañas son rápidas y atléticas, por lo que ni siquiera necesitan tejer telarañas para atrapar a sus presas. Si alguna vez has intentado atrapar una, sabes lo rápidas que son. Su color varía del gris al marrón y al negro, y a menudo tienen marcas corporales rayadas. Si se les provoca, pueden morder, pero es inofensivo para los humanos. Sus movimientos ultrarrápidos son el resultado de adaptaciones evolutivas que priorizan la velocidad sobre el veneno.

A pesar de lo que muchos creen, las arañas reclusas pardas no viven en el condado de Eagle. Nuestro clima frío las mantiene alejadas, y es probable que las que se encuentran aquí hayan llegado accidentalmente de otros estados.

Así que la próxima vez que veas lo que crees que es una araña reclusa parda, obsérvala con más atención. Si es una araña lobo, quizá quieras conservarla para combatir las molestas moscas que habitan en tu casa.

Con la llegada del invierno las arañas buscan refugio en los interiores justo como nosotros, solo recuerda que no tienen malas intenciones. Solo una especie local representa una amenaza, e incluso así, las picaduras son poco frecuentes. Vale la pena informarse sobre qué arañas son realmente peligrosas y cuáles son simplemente incomprendidas, ya que esto puede ayudarte a mantener la calma, ser cauteloso e incluso a apreciar a estas antiguas supervivientes.

Lea Luetjens es naturalista en Walking Mountains. Aunque admite que también le da miedo que le pique una araña venenosa, se esfuerza cada día por apreciar lo que hacen por nosotros y por nuestro mundo natural.