Aprovechemos el otoño
antes de que el invierno nos escombre
entremos a codazos en la franja del sol
y admiremos a los pájaros que emigran
- Mario Benedetti
El otoño es una de las estaciones más bonitas del año. ¿A quién no le gusta ver como las hojas de los árboles van cambiando del tono verde del verano a colores naranjas y van desprendiéndose de las ramas con el aire que es más frío? Este paisaje cambiante nos anticipa que el fin de año está cerca, nos invita a la reflexión de lo vivido y la promesa de un nuevo año.
El 22 de septiembre del 2024 a las 08:44 hrs. ocurrió el equinoccio de otoño en el hemisferio norte, mientras que inició la primavera en el hemisferio sur. Equinoccio proviene del latín “aequinoctium” de “aequus” igual y “nox” noche. Lo que significa que los días tienen la misma duración que la noche. En esta época podemos sentirnos nostálgicos debido a que tenemos menos horas de luz y porque los días calurosos han terminado, el otoño nos anticipa la llegada del invierno y con ello el paisaje que nos rodea comienza a cambiar. Algunos animales comienzan a migrar a zonas más cálidas, otros buscan refugio para hibernar, las hojas de algunos árboles comienzan a cambiar de color y finalmente las soltarán.
Las hojas de los álamos comenzaron a cambiar de color debido a que durante esta época reciben menos luz solar. El color verde de las hojas se debe a la clorofila, las hojas tienen distintos pigmentos que les dan ciertos colores: carotenoides [amarillo, naranja] muy presentes en las zanahorias por ejemplo ó antocianinas [color rojo]. En el otoño, debido a los cambios en las horas de luz y de temperatura, la clorofila se descompone, el color verde deja de dominar y da paso a los amarillos y rojos que nos deleintan con bellos paisajes otoñales. La coloración puede variar de un árbol a otro, algunos árboles como el álamo solo muestra colores amarillos.
Los árboles que pierden sus hojas [caducifolios] conservan su energía y mantienen baja actividad hasta la primavera. La gran alfombra de hojas caídas que se forma en el suelo, mantienen a éste saludable, ya que le devuelven valiosos elementos como el calcio y potasio, que obtuvieron de él mientras estaban en el árbol. Mientras que los pinos y abetos, también llamados árboles perennes no pierden sus hojas y gracias a esta cualidad, nos regalan esas postales navideñas con nieve sobre sus hojas verdosas puntiagudas en el invierno.
Por otro lado, animales como las aves comienzan a migrar hacia el sur del país, a zonas más cálidas. Un ejemplo extraordinario de migración es el halcón Swainson’s que viaja alrededor de 12,000 millas atravesando toda Sudamérica hasta llegar a tierras argentinas cada año. Otros animales, buscarán sus sitios para hibernar, como es el caso de los osos, quienes reducen su actividad metabólica para conservar energía y soportar los intensos fríos que llegarán con el invierno.
Durante el otoño, la naturaleza nos enseña a desprendernos de lo que no es necesario y guardar energía para el invierno, con la esperanza de florecer nuevamente en primavera. Aprendamos de esta estación para liberarnos de aquello que nos preocupa, y dar paso a un nuevo comienzo.
aprovechemos el otoño
antes de que el futuro se congele
y no haya sitio para la belleza
porque el futuro se nos vuelve escarcha
- Mario Benedetti
Recursos:
https://avibirds.com/hawks-in-colorado/#:~:text=The%20Red%2DTailed%20Hawk%2C%20a,Alaska%20and%20across%20North%20America.
https://www.fs.usda.gov/Internet/FSE_DOCUMENTS/stelprd3817419.pdf
https://www.worldanimalprotection.cr/noticias-y-blogs/blogs/que-es-hibernacion/
Ivett López García es una naturalista de Walking Mountains que viene de Oaxaca. Si desea aprender sobre los polinizadores o cualquier cosa sobre la naturaleza, ¡visítela en el Centro de Ciencias Avon hasta el mes de abril!